Dentro del término municipal de Llubí se han localizado más de 30 yacimientos arqueológicos de las épocas pretalayótica y talayótica, desde cuevas naturales y artificiales o de entierro hasta poblados talayóticos como el de "els Racons", todo esto demuestra un poblamiento muy reciente de nuestras tierras (hacia el 2000 a. C.). Posteriormente en Llubí se sucedieron las culturas romana y árabe. De las primeras se ha encontrado monedas e inscripciones en los mismos poblados talayòticos y también últimamente se descubrieron los restos de una villa -explotación agraria- romana en Son Mulet justo al deslinde entre Maria y Llubí, por Son Llompart y Son Gili. De la dominación musulmana destacan las canalizaciones subterráneas o "qanats" de la zona de Sa Cleda y la referencia legendaria en un castillo musulmán dentro del casco urbano de que hasta hoy no se han encontrado noticias.

Con la conquista catalana del rey Jaime I el 1229, todo el distrito musulmán de MURUH -incluía además de Llubí los actuales municipios de Muro, Santa Margalida y Maria de la Salut- después del reparto correspondió a Ponç Hug, conde de Ampurias, que cedió una parte -las tierras llubineres- a Bernat Descoll, abad de Sant Feliu de Guixols.

Ya en el siglo XIII-XIV se levantó una capilla en honor a este santo, el cual hoy todavía continúa siendo nuestro patrón. Los territorios de Llubí fueron conocidos hasta el siglo XIX con el nombre de CASTELL LLUBÍ y administrativamente estuvieron ligados a Muro hasta su independencia o segregación municipal que pasa por tres fases hasta ser definitiva: 1812-1814, 1820-1823 (trienio liberal) y la definitiva del 1836. En la universidad o ayuntamiento de Muro siempre hubo algún jurado de Castell Llubí y además desde el siglo XVII la iglesia de Llubí fue constituida en vicaria "incapite" y esto ya supuso cierto grado de autonomía: tenía un distrito territorial propio y el derecho a administrar directamente los sacramentos -bautismo, matrimonio o unción de los enfermos- a la capilla de Llubí.

La economía llubinera siempre ha sido eminentemente agrícola con cultivos de secano y desde el siglo XVI fue importando la viña, pare que no fue hasta el siglo XIX cuando se introdujo de manera masiva el almendro y las alcaparras, también en este periodo y durante gran parte del siglo XX la industria conservera y de licores ha sido muy desarrollada, a pesar de todo en este periodo existió todo un movimiento migratorio hacia América.

El liberalismo decimonónico llevó en Llubí y en las Islas Baleares a seguir los dictámenes y la evolución política dictada desde los principios centralistas así se pasa por los conflictos entre liberales y absolutistas el primer tercio des siglo XIX, la consolidación del liberalismo conservador representado por el maurisme hasta la II República y Guerra Civil. Durante el franquismo los cincuenta fueran los años de las grandes transformaciones urbanísticas y la etapa democrática se ha vista determinada por el predominio de opciones conservadoras.